CELEBRACIÓN DEL CUMPLEAÑOS DE AGUSTÍN IBARROLA Y MARILUZ BELLIDO (18 de Agosto).

 

10 de Septiembre. 2010.  Hotel Hesperia. (Bilbao).

 

Cuando Agustín cumplía su mayoría de edad, Mariluz  era una pollita y yo un bebé de meses, sin ninguna conciencia de mí mismo ni del mundo que me rodeaba, excepto de ese gran Universo redondo, amable y feraz que representa, para toda criatura, el seno materno.

 

 

Ahora que Agustín acaba de celebrar su 80 cumpleaños y Mariluz su 55 -como siempre-, me congratulo de haber conocido e interpretado, a través de ellos, muchos de los escenarios claves que han configurado la historia contemporánea de este país.

 

El destino nos ha otorgado y regalado esta coincidencia a todos los que hoy participamos como amigos y rendidos admiradores de esta pareja tan unida e interactiva que, desde el limbo, acordaron nacer el mismo día del calendario, bajo el signo de Leo.

 

La biografía de Agustín y Mariluz es una historia de coraje, de resistencia, de lealtad sin fisuras a los principios de la ética y de la estética. En definitiva, una historia fieramente humana que daría no para 20, sino para mil poemas de amor y muchas canciones, a veces, desesperadas.

 

También es una historia de utopías, entendiendo por tal –como señala María Zambrano-, la belleza irrenunciable.

 

Está claro que quien resiste gana…, y nuestros amigos celebran gozosos sus cumpleaños porque han aguantado firmes como las moles graníticas de la Garroza (Muñoz Galindo-Ávila), que hoy exhiben orgullosas entre los olivares el genio creativo de Agustín y se alegran de que su corazón siga latiendo y sintiendo con más fuerza que nunca.

 

Los Ibarrola han soportado lo que no está escrito; soñando, siempre, con un mundo donde el arte y el amor –lo bello y lo sublime- sean los elementos más aglutinadores de la especie humana. Todo un ejemplo de dignidad, nobleza y prudencia que los convierte en seres admirables.

 

Cennino Cennini, autor del II libro dell’ arte, retrataba en el siglo XV al artista nuevo, recomendando a sus colegas ciertos estilos de conducta para vivir muchos años. Estoy seguro que Mariluz asiente, a pies juntillas, todo lo que Cennini glosa.

 

Vuestra vida, queridos artistas, debería regirse siempre como si estudiarais teología, filosofía o las demás ciencias; es decir: comer y beber con moderación por lo menos dos veces al día, escogiendo comidas ligeras pero sustanciosas y vinos suaves.

 

Hay otra regla más que, si se sigue, hará que vuestra mano sea tan ligera que flote, incluso vuele como una hoja llevada por el viento, y es: no disfrutar en exceso de la compañía de las mujeres.

 

¡¡¡ Zorionak !!! Agustín y Mariluz. Me siento muy honrado con vuestra amistad y confianza. Recibid todo mi cariño desde Lanzarote, trasmitido a través de mi querido primo Guillermo Barredo.

 

                                          Ricardo Franco Vicario.