Diálogos de Etica, Humanismo y Ciencia

Conferencia de D. Gustavo Zerbino Stajano: “La Gestión de la Adversidad”.

Palacio Euskalduna-Bilbao, Sala A-3. Martes 15 de Noviembre de 2011, 19:30h.

Presentador y Moderador: Prof. Dr. Ricardo Franco Vicario

 

Arratsalde on adiskide agurgarriak. Buenas tardes querido público.

Gracias a Osakidetza, al Hospital de Basurto y a la Caja Laboral-Euskadiko kutxa, Vds. y yo tenemos la oportunidad; posiblemente la única e irrepetible oportunidad de escuchar y dialogar en vivo y en directo con D. Gustavo Zerbino Stajano, aunque estoy seguro de que nuestra ciudad le ha complacido tanto que volverá para disfrutar de este Bilbao Bonito y Txikito  como reza la canción.

 

En la tarjeta de presentación de este ciclo de Diálogos de Etica, Humanismo y Ciencia, aparece como superviviente y experto en liderazgo y motivación, siendo el título de su ponencia: “La Gestión de la Adversidad”.

 

Presentar a este hombre no es fácil, incluso puede resultar supérfluo, porque su historia y la de sus quince compañeros que sobrevivieron al accidente de aviación en la Cordillera de los Andes, ha generado ríos de tinta, varios libros traducidos a más de quince idiomas, leídos por millones de personas, una película estrenada en 1992, que dio la vuelta al mundo y cientos de páginas en Internet.

 

Las personas que ahora tienen más de cuarenta años, como es mi caso, recordarán aquel fatídico viernes, 13 de octubre de 1972.

 

La noticia de que un avión Fairchild F-227 nº 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya se había estrellado a 3.500 m de altitud, en la Cordillera de los Andes, fue portada en todos los rotativos y abría las cabeceras informativas de la radio y televisión de medio mundo.

 

Viajaban 45 personas, la mayoría estudiantes y jugadores de un equipo de rugby. Doce perecieron en el acto y el resto quedaron atrapados en la nieve, soportando temperaturas de hasta -30ºC y sin apenas recursos para subsistir.

 

Tras 72 días de búsqueda infructuosa, fueron dados por desaparecidos. Para más  inri  se enteraron, a través la radio que ellos mismos construyeron, que las autoridades habían abandonado las labores de rescate. El mundo entero se conmovió al conocer que 16 personas estaban aún vivas.

 

El cómo lo consiguieron puede resumirse en las dos frases del cartel de la película ¡VIVEN!: Superando lo imposible y haciendo lo impensable.

 

Realmente la odisea de esta buena gente fue un paradigma del triunfo del espíritu humano.

 

Gustavo Zerbino  tiene ahora, creo, 59 años y es padre de seis hijos. Cuando ocurrió el accidente era un muchacho de 19,  jugador de rugby del Club Old Christians y cursaba en ese momento su primer año de Medicina.

La Providencia, ese misterioso árbitro de nuestro destino, decidió que su vida y la de sus otros 15 compañeros continuase.

 

Le fue concedida la oportunidad de vivir situaciones fuertes y críticas a temprana edad. Como el mismo confiesa en una de las múltiples entrevistas que amablemente concede: Hay determinadas experiencias que no dejan indiferente a nadie y marcan un antes y un después en la vida de las personas.

 

Yo añadiría: Que determinados acontecimientos adversos que nos ocurren en la vida o te destruyen o te reconstruyen.

 

Afortunadamente, en el caso de Gustavo, la situación desgraciada, la terrible adversidad que le tocó padecer, le permitió conocer todo su potencial humano, físico y espiritual, herramientas que le han servido para convertirse en un líder que hoy preside la Compañía Cibeles, la farmaindustria multinacional MSD (Merck Sharp & Dohme) y la Cámara de Especialidades Farmacéuticas de Uruguay.

 

En su próspera vida profesional, Gustavo ha descubierto los numerosos paralelismos entre el mundo corporativo y el desarrollo personal, siendo la motivación y la actitud de superación los ingredientes necesarios para sobrevivir a las adversidades.

 

Suya es la frase: Los ganadores nunca desisten; los que desisten nunca ganan. Su guía vital responde al principio de: Primero “ser”, después “hacer” y, por último, “tener”.

 

Está convencido de que su historia y la de sus compañeros supervivientes no es ni el milagro ni la tragedia de los Andes, sino una historia de amor y cita lo que su compañera de accidente, Numa Turcatti escribió en su mano el último día antes de morir, pesando tan solo 25 kilos: No hay amor más grande que aquel que da la vida por los amigos, justamente lo que dijo San Juan en el capítulo 15,13 de su evangelio.

 

Dice ser aceptablemente feliz porqué no le tortura el pasado ni le angustia el futuro. Saborea el presente y degusta la existencia como si fuese el último minuto.

 

Y hablando de minutos creo ya es hora de escuchar a este hombre que sobrevivió por amor… y todos sabemos que amor con amor se paga.

 

Eskerrik asko biotz biotzez. Muchas gracias Gustavo por tu digna presencia en este foro. Mila esker, también a Vds, querido público por acompañarnos. Después de escuchar y dialogar con Gustavo creo que todos nos sentimos, como mínimo, orgullosos de pertenecer al género humano.

 

 

Gestión de la Adversidad: Sinopsis

 

“Lo importante no es lo que nos pasa en la vida, sino lo que nosotros hacemos con ella”

 

En Octubre de 1972 se produjo el accidente de avión más famoso de la historia. Un avión de la Fuerza Aérea Uruguaya llevaba a los jugadores del "Old Christians" –un equipo de rugby de un colegio de Montevideo– a un partido en Santiago, desde Argentina hasta Chile. La mayoría eran estudiantes de 17 a 19 años de edad. De los 45 que sobrevivieron el accidente, sólo 16 pudieron ser rescatados. Se les dio por muertos, pero durante 72 días lucharon contra temperaturas nocturnas de 40 grados bajo cero, contra el hambre y la sed, contra el hacinamiento, el hastío, el dolor, la falta de luz y el silencio. Zerbino pasó de 85 kilos a 40 kilos cuando fue recogido.

 

La tragedia de los Andes es un ejemplo más de superación personal. Lo importante son las lecciones empresariales que se pueden resumir en:

 

 

-       Enfoque Humano. Las empresas están gobernadas por personas. Perdemos el tiempo cambiando los procedimientos y el “management”. La Dirección de una empresa está basada en el amor y en la autoridad.

-       Determinación. Cuando se presenta un problema, no sirve aceptar la realidad y pensar que no se puede hacer nada. En los Andes, los supervivientes elegimos vivir cada segundo como si fuera el último.

-       Responsabilidad en primera persona. Vivimos tan enfrascados en el uno, en el yo, que acabamos por olvidarnos del resto y no asumimos nuestra propia responsabilidad.

-       Compromiso y ejemplo. Para lograr los objetivos hay que comprometerse. El Directivo debe ser el primero en dar la cara. Es el caso de los directivos de Google o Yahoo! que se han bajado su sueldo a un euro.

-       Liderazgo es sinónimo de acción. En la cordillera no se podía decir una cosa y hacer otra.

-       Establecimiento de objetivos y asignación de tareas. Cada uno, por irrelevante que sea su tarea, debe conocer el valor de su aportación y los demás deben reconocérsela.

-       La realidad virtual de la mente. La mente reacciona con idénticos patrones de conducta a favor o en contra nuestro porque nosotros así la hemos moldeado.

-       Entrenamiento en hábitos positivos. Dedicamos mucho tiempo a la preparación técnica, a los conocimientos, al curriculum, y no entrenamos positivamente a nuestra mente. Eso genera un hábito, y el hábito se repite. Podemos re-entrenarla.

-       El Valor del Error. El fallo es un aprendizaje, no un fracaso. Todavía en nuestra sociedad no lo hemos aprendido.

-       El Ideal no existe. Sólo tendemos a él. No busquemos la perfección, busquemos la excelencia, esto es, el proceso por el cual hacemos las cosas lo más perfectas posibles